Los omega 3 tienen beneficios demostrados en patologías con base inflamatoria, especialmente en enfermedades infecciosas, autoinmunes y neurológicas (1).
Su acción frente a la inflamación crónica de bajo grado en personas ancianas se ha demostrado mediante estudio randomizado controlado con aumentos significativos en el nivel del marcador antiinflamatorio IL-10 (5). Recientemente son recomendados por la American Hearth Asocciation en algunos casos, como terapia complementaria para reducir el Riesgo Cardiovascular (1).
En cuanto a su papel en la regulación del microbioma intestinal, hay investigaciones que asocian la suplementación y/o dietas ricas en omega 3 con análisis de microbioma intestinal más saludables, aunque se precisan ensayos mayores en este sentido en el futuro para conocer mejor su mecanismo de acción (2), (4).
Los ácido grasos omega 3 podrían aumentar la abundancia de microbiota productora de butirato y mejorar la diversidad del microbioma intestinal (3), (4).
En esta presentación dedicaré unos minutos a explicar los mecanismos bioquímicos que estarían implicados en el papel de los Omega-3 como inmunomoduladores y como prebióticos.
Con base a la evidencia científica actual, podemos considerarlos una herramienta útil para ayudar a los pacientes con Inflamación Crónica de Bajo Grado (ICBG).
Referencias
Miembro de Sociedades Médicas como la sociedad Española de Medicina General (SEMG) y Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI).
Hasta 2021 Trabajo en Atención Primaria con participación en Comisiones de Docencia:
Participación en webinarios, cursos, seminarios, jornadas y talleres sobre Medicina Integrativa, paciente Crónico-Complejo, Covid Persistente, Fibromialgia, SQM, Síndrome de Fatiga Crónica.
Colaboradora en proyectos de investigación en ciencias de la salud. Recientemente coautora de artículo en Biomedical Journal of Medicine: Ver Enlace